Bienvenidos soy Adriana Rubio Llano

El perdón es un acto que nos da libertad y genera en nosotros un sentido de paz. Hay quienes tienen el don de procesar el sufrimiento con prontitud, lo que les permite trascender las experiencias negativas. Estas personas consiguen perdonar y continuar con una vida saludable.

Para otros es un reto gigante, que requiere de muchos esfuerzos; es entendible que lo vivan de esta manera, pues cuando nos hacen daño sentimos rabia, rencor, tristeza, culpa… Frente a ellas, se nos ha dicho que no está bien expresarlas, cuando en realidad son naturales y comprenderlas nos acercará a la resiliencia y al perdón.

La resiliencia es la capacidad que tenemos los seres humanos de traspasar todas las barreras, de sobreponernos a los problemas de nuestra vida y a las situaciones traumáticas. Ser resilientes nos ayuda a perdonar y cuando lo logramos, nos damos cuenta que es el mejor regalo que hemos podido darnos e, incluso, nos preguntamos: ¿por qué no lo habíamos hecho antes?



¿Cómo activar la resiliencia y alcanzar el perdón?

¡Así como todos podemos perdonar, todos podemos ser resilientes!

Para activar esta capacidad, debemos primero aprender a seguir unos pasos que nos conducen a indagar sobre la experiencia traumática que estamos viviendo o sobre el proceso de perdón que queremos iniciar.

Taller sobre resiliencia y perdón

Los invito a pensar sobre las siguientes posibilidades:

  1. La persona que nos hirió sintió que estaba haciendo lo correcto. Ante esto podemos mirarla con empatía y responsabilizarnos de la situación desde una perspectiva amorosa. Es decir: ser benignos con el otro y con nosotros mismos.
  2. Pensemos también que si nos ofendió fue porque, de algún modo, se lo permitimos: ¿qué hice o dije para que esa persona haya hecho lo que hizo? ¿Se trata de una experiencia dolorosa que esa persona está reflejando en mí?
  3. Detrás de ese dolor que estamos experimentado está codificada una gran enseñanza: ¿cuál es? ¿Qué debo hacer para aprenderla y aceptarla

Estas son reflexiones poderosas que nos movilizan a indagar, a hacernos conscientes del dolor que estamos experimentado, incluso, percibir si hemos lastimado a otros. De esta forma, lograremos activar nuestra resiliencia. Una vez enfrentemos el dolor, nuestros pensamientos empezarán a modificarse y a convertirse en emociones que nos acercarán a la paz y, finalmente, al perdón.

Para cerrar, a propósito de los pensamientos y el perdón, les comparto una reflexión de Louis Hay: “Para poder perdonar debemos acallar el parloteo de la mente, no dejar que las ideas de rabia y rencor se sigan expandiendo como bola de nieve”. A medida que aprendemos a controlar nuestro intelecto, podemos escoger conscientemente nuestros juicios lograr que este sea aliado de nuestro propio poder.

Enfoca tus pensamientos para poder creer
cree que puedes ser resiliente y que puedes perdonar

Cree para crear.