El perdón es un acto que nos da libertad y genera en nosotros un sentido de paz. Hay quienes tienen el don de procesar el sufrimiento con prontitud, lo que les permite trascender las experiencias negativas. Estas personas consiguen perdonar y continuar con una vida saludable.
Para otros es un reto gigante, que requiere de muchos esfuerzos; es entendible que lo vivan de esta manera, pues cuando nos hacen daño sentimos rabia, rencor, tristeza, culpa… Frente a ellas, se nos ha dicho que no está bien expresarlas, cuando en realidad son naturales y comprenderlas nos acercará a la resiliencia y al perdón.
La resiliencia es la capacidad que tenemos los seres humanos de traspasar todas las barreras, de sobreponernos a los problemas de nuestra vida y a las situaciones traumáticas. Ser resilientes nos ayuda a perdonar y cuando lo logramos, nos damos cuenta que es el mejor regalo que hemos podido darnos e, incluso, nos preguntamos: ¿por qué no lo habíamos hecho antes?
¡Así como todos podemos perdonar, todos podemos ser resilientes!
Para activar esta capacidad, debemos primero aprender a seguir unos pasos que nos conducen a indagar sobre la experiencia traumática que estamos viviendo o sobre el proceso de perdón que queremos iniciar.
Los invito a pensar sobre las siguientes posibilidades:
Estas son reflexiones poderosas que nos movilizan a indagar, a hacernos conscientes del dolor que estamos experimentado, incluso, percibir si hemos lastimado a otros. De esta forma, lograremos activar nuestra resiliencia. Una vez enfrentemos el dolor, nuestros pensamientos empezarán a modificarse y a convertirse en emociones que nos acercarán a la paz y, finalmente, al perdón.
Para cerrar, a propósito de los pensamientos y el perdón, les comparto una reflexión de Louis Hay: “Para poder perdonar debemos acallar el parloteo de la mente, no dejar que las ideas de rabia y rencor se sigan expandiendo como bola de nieve”. A medida que aprendemos a controlar nuestro intelecto, podemos escoger conscientemente nuestros juicios lograr que este sea aliado de nuestro propio poder.
Enfoca tus pensamientos para poder creer
cree que puedes ser resiliente y que puedes perdonar
Cree para crear.