Creer,
a pesar de todo

Adriana Rubio Llano

¡Hola, mucho gusto!

Mi nombre es Adriana Rubio Llano, soy la hija del medio de una familia conservadora, unida y amorosa que reconozco como el principio, eje y medio por el que me he embarcado en el maravilloso camino de mi sanación interior y la construcción de mi propia realidad.

Tras varios años desempeñándome satisfactoriamente como gerente de mi propia empresa, fui afectada por varios eventos inesperados en mi vida: la compañía se diluyó junto a mi matrimonio, a mi hermana Constanza le diagnosticaron cáncer terminal y a mi padre alzheimer. Estos eventos me dejaron devastada, me sentía desolada y lo único que me movilizaba era la necesidad de apoyar a mi familia.

Aunque suene contradictorio, estas experiencias fueron el punto de partida de un proceso maravilloso de autoconocimiento, sanación y empoderamiento que me llevaron a enfrentar y sobrellevar mis dificultades y a comprender y acoger mi propia vocación de servicio.

Con el fin de re-enfocar mi vida, aprendiendo más de misma y poniéndome al servicio de otros decidí viajar a México para certificarme como “teacher”autorizada de los talleres Heal Your Life creados por la maestra Louise Hay, fundadora del Instituto con el mismo nombre quien dedicó su vida a enseñar a otros que cada uno es responsable de sus experiencias y que puede cambiar su vida si modifica su manera de pensar.

Cuando regresé a Colombia me formé como terapeuta con la maestra Lidia Nester para profundizar en la integración de cuerpo, mente y espíritu como unidad primordial para la sanación del ser, también cursé estudios en coaching y liderazgo en la Pontifica Universidad Javeriana.

Posteriormente realicé mi proceso de certificación como Coach ACTP-EFIC en España.

Fue así como con la guía de personas maravillosas reafirmé mi intención de enfocar mi talento y recursos a acompañar a otros a sanar por medio de la resiliencia, es decir, la capacidad que los seres humanos tenemos para hacer frente a las adversidades de la vida, transformando así el dolor en fuerza motora para salir victoriosos y fortalecernos de él.

A través de la resiliencia entendí que soy gestora de mi destino y que las circunstancias difíciles se transformaron en “maestras” que me enseñaron cómo desarrollar recursos maravillosos que se encontraban latentes en mí.

Hoy día entiendo que estas experiencias han sido idóneas, pues me han permitido comprender que la experiencia de cada persona es singular, y que cada uno, a pesar de las circunstancias, es protagonista de su historia y elige cómo construirla y vivirla.

"Creo que recibo lo que doy, que me amo y merezco ser amada, que perdonarme y perdonarte me sana. Creo que soy talento, vida y transformación. Creo en la creación de mi propia realidad".