La resiliencia como oportunidad

Antes de iniciar la lectura quisiera que reflexionaras brevemente sobre tus pensamientos y tus actos:

¿Podrías explicar qué es pensamiento positivo?
¿Cuál es la polaridad (positiva / negativa) más frecuente en tus pensamientos durante la mayor parte del tiempo?
¿Podrías reflexionar cuáles son las consecuencias de adoptar un único punto de vista frente a considerar diferentes perspectivas?
¿Con qué tipo de personas te gusta compartir tu tiempo, qué beneficios obtienes de estos vínculos?
¿Qué esperas conseguir en tu vida en el corto plazo? ¿Cuál sería el primer paso para conseguirlo?

Recordemos que la resiliencia es la capacidad para superar las adversidades, la habilidad para soportar las situaciones críticas y la flexibilidad para adaptarnos a los cambios.

Es importante aceptar que algunas emociones tales como el miedo o la rabia, si no las gestionamos adecuadamente, pueden llegar a tener consecuencias nefastas en nuestra vida y en nuestro entorno. No obstante, depende de cada uno de nosotros quedarnos en el abismo o salir victoriosos de él, y es precisamente allí cuando la resiliencia cobra gran relevancia ya que se convierte en una gran oportunidad de transformación.

Afrontar, aceptar, superar las crisis, y adicionalmente salir fortalecido de ellas es una tarea titánica que requiere de voluntad y también de preparación, lo que nos deja claro que para llegar a la resiliencia la disciplina y determinación son fundamentales.

El ser resilientes por convicción bajo criterios firmes nos lleva a sobreponernos de las situaciones traumáticas, a continuar con nuestra vida y a interiorizar cada experiencia como una herramienta valiosa de poder, que más adelante se convertirá en nuestra mejor aliada para superar los avatares del destino.

¿Cómo podemos entonces incorporar la resiliencia a nuestra vida?

El primer paso es querer ser resiliente, despojarnos del papel de victimas y hacernos responsables del camino que decidimos tomar, con la certeza de que una vez allí seguramente no buscaremos el retorno.

Para interiorizar que la resiliencia es definitivamente una oportunidad de darle un enfoque asertivo a nuestra vida, vale la pena tener en cuenta algunas premisas.

  1. Cambiemos nuestra forma de pensar y hablar.
    Pensemos y hablemos siempre en positivo, recordemos que tanto pensamientos como palabras crean nuestra realidad.
  2. Confíemos en nosotros mismos.
    Si aún no lo hemos hecho, es momento de validar nuestras cualidades y logros.
  3. Cambiemos la perspectiva de las cosas.
    Acostumbrémonos a buscar el lado amable de lo que nos acontece, apartándonos de la tragedia y del drama.
  4. Socialicemos con personas positivas.
    Busquemos la compañía y la retroalimentación de resilientes que nos impregnen de fortaleza, optimismo, sabiduría y amor.
  5. Actuemos con rapidez
    Evitemos la procrastinación, no es suficiente proponernos las cosas, trabajemos en ellas para alcanzarlas.
  6. Definamos objetivos claros
    Cuando determinemos nuestros objetivos, busquemos que sean claros, medibles y alcanzables, esto nos permitirá ir llegando a la meta paso a paso, sin desfallecer.

Por último, tengamos presente que es igual de importante fijar una visión para nuestra vida, como trazar el camino a recorrer. Si realmente queremos llegar a nuestro destino reconozcamos el sendero que vamos a andar.

Cree que en tu interior,
encontrarás las herramientas
e instrucciónes para edificar
la realidad que imaginaste.

Creer para crear.