El arte de escuchar

Saber escuchar no es solo una actitud, es también una destreza que requiere atención plena e interés por comprender lo que nos están diciendo. Esta competencia nos permite percibir el mensaje que está implícito en la comunicación.

A través de una escucha adecuada conectamos con nuestro interlocutor y creamos espacios de complicidad y empatía.

Escuchar es procesar lo que estamos oyendo, darle un significado y comprender sin emitir juicios de valor.

Permanecer callado en un dialogo y compartir silencios con el otro, nos llevan a una unión más profunda en donde se abren las puertas del mundo interno, y es precisamente en ese momento, en el que entendemos que el sigilo dice mucho más que las palabras, convirtiéndose en un aliado importante para desarrollar una buena comunicación.

Muchas veces la escucha, es simplemente eso, no requiere de intervención alguna, en cambio se hacen imperativos la atención plena, la cercanía, y la solidaridad para poder detectar como siente el otro y conectar con él a través de la comprensión y el interés genuino por lo que está diciendo.

Es importante crear ambientes adecuados para escuchar respetuosamente a los demás, propiciando pausas y silencios oportunos que lleven a la construcción de espacios para recapacitar y recapitular.

Una escucha acertada, supone centrarnos en el relato, sin interrupciones de nuestra parte y generando opciones para el desahogo del otro.

Recordemos que todo lo que nos rodea tiene un sonido y si estamos hablando permanentemente no podremos escuchar los mensajes que tocan a la puerta de nuestra mente, solamente en el silencio interno podremos descifrar estas misivas.

Cree en los mensajes que llegan a la puerta de tu mente
Crea contextos de escucha en donde estés dispuesto a oírlos
Crea espacios para escuchar y acompañar a otros.

Cree para crear.
Adriana Rubio Llano.